La escritora argentina aborda en "Elena sabe" la maternidad y el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, pero también la vulnerabilidad de la vejez y el peso de los mandatos.
“Elena sabe“, la novela de Claudia Piñeiro en la que aborda la maternidad y el derecho de las mujeres a un uso más libre de sus cuerpos pero también la vulnerabilidad de la vejez y el peso de los mandatos, fue seleccionada en la “lista larga” del International Booker Prize, que distingue a las mejores ficciones traducidas al inglés.
En la misma selección se encuentran el escritor israelí David Grossman, la mexicana Fernanda Melchor y la Premio Nobel de Literatura polaca Olga Tokarczuk.
Así, por tercer año consecutivo una autora escritora argentina llega a las instancias decisivas de esta distinción -una de las más prestigiosas del mundo- tras las nominaciones de Gabriela Cabezón Cámara y Samanta Schweblin en 2020 y de Mariana Enriquez el año pasado.
Piñeiro fue elegida entre trece autores de una docena de países para integrar la nómina del prestigioso galardón por la edición en inglés de su novela, publicada con el título “Elena Knowns”, bajo la traducción de Frances Riddle y editada por el sello escocés Charco Press, fundado por la argentina Carolina Orloff.
En la llamada “long list” difundida hoy por el jurado, figuran también la escritora mexicana Fernanda Melchor con su novela “Páradais”, el israelí David Grossman con “More Than I Love My Life” y la Premio Nobel polaca Olga Tokarczuk con “The Books of Jacob”.
“Es una gran oportunidad para que más lectores del mundo anglosajón puedan leer ‘Elena sabe’. El Booker es un premio enormemente importante y la lista de los finalistas impresiona porque se elige entre todo lo traducido el año anterior. Estoy feliz con la posibilidad de formar parte de la primera selección”, contó Piñeiro en diálogo con Télam tras enterarse de la nominación al Booker 2022, cuyo ganador se conocerá el 26 de mayo próximo.
Publicada en Argentina en 2007, “Elena sabe” es una novela negra que da cuenta de íntimos relatos de moralidad y la desesperada búsqueda de una mujer por su libertad individual.
El New York Times la consideró “un comentario lacerante sobre la relación madre-hija, la indignidad de la burocracia, y las imposiciones del dogma religioso en las mujeres”. En 2010, recibió el reconocido galardón alemán LiBeraturpreis que otorgan los lectores alemanes.
“Cuando ‘Elena sabe’ se publicó en la Argentina, salió detrás de ‘Las viudas de los jueves’ y eso desconcertó a algunos lectores que estoy segura de que no pudieron pasar de una lectura a la otra. Hay temas que trata la novela que sí, hoy están más transitados. La decisión de no ser madre, por ejemplo, ahora es un tema mucho más abordable a partir del avance del movimiento feminista. Siento, entonces, que a veces la literatura se anticipa. Y también renace: me dio mucha alegría ver fotos de lectores ingleses de ‘Elena sabe’ porque sigue vivo”, confiesa la autora sobre cómo el contexto cambió la recepción de la obra.
La editora argentina Carolina Orloff, creadora Charco Press, coincide con la autora y cree que fueron los conflictos que aborda la obra los que cautivaron al jurado. “Toca varios temas sociales que tienden a evitarse en la literatura, y más en géneros más populares como es la novela negra, aunque ésta precisamente se escapa de las categorizaciones convencionales, y eso también aporta. Temas como la vejez y la soledad, el impacto de una enfermedad mental, los tabúes dentro de una familia”, repasa Orloff. Cree, además, que una de las grandes habilidades de esta novela es hacer que el lector se ponga, casi sin darse cuenta, “en los zapatos de otra persona poco empática”, algo que considera “un desafío enorme”: “Mantiene a los lectores absolutamente cautivados por lo que se está contando que está tan arraigado en la argentinidad como en la universalidad de lo que nos hace mejor o peores personas en las complejidades de lo cotidiana. Este logro es testamento de la capacidad infinita de Piñeiro como narradora”.
Este año, el ganador del premio dotado con 50.000 libras -aproximadamente unos 68.000 dólares- se conocerá el 26 de mayo. Por otra parte, cada uno de los autores que llegó a esta instancia finalistas recibirá 1.000 libras, unos 1.300 dólares.
El objetivo del premio, según definen desde la organización, es fomentar más publicaciones y lecturas de ficción de calidad de todo el mundo y promover el trabajo de los traductores. Por eso, el galardón se reparte en partes iguales entre el autor y el traductor, un gesto monetario que apunta a reparar en la importancia del diálogo que hay entre obra y traducción.
Frances Riddle, responsable de la traducción de ‘Elena sabe’ al inglés, vive en Buenos Aires donde trabaja como traductora, escritora y editora. Tradujo libros de Leila Guerriero, Martín Felipe Castagnet e Isabel Allende, entre otros autores, y también escribe artículos y reseñas literarias para diversas publicaciones.
“Riddle es una gran traductora y escritora. Además, como vive en la Argentina, es muy certera y precisa con los usos y cuestiones específicas. Conoce el idioma y sabe cómo hablamos los argentinos. Es muy profesional y amorosa y me encanta que este premio sea compartido. El jurado considera que ningún libro llega a la lista de preselección sin una buena traducción”, cuenta Piñeiro sobre la traducción de ‘Elena sabe’.
La noticia de la nominación para el Booker es parte del reconocimiento que cosechó la escritora en los últimos años, con numerosos galardones nacionales e internacionales. Obtuvo el prestigioso Sor Juana Inés de la Cruz por “Las grietas de Jara”, el Dashiell Hammett (2021), el premio Negra y Criminal Tenerife Noir (2021), el premio Valencia Negra (2021) y el Pepe Carvalho (2018).
A diferencia de otros galardones, el International Booker Prize tiene un sistema de premiación escalonado. Antes del fallo final, el jurado anuncia la “lista larga”, en la que este año se encuentra “Elena sabe” y luego da a conocer los finalistas de la “lista corta”, que este año será divulgada el 7 de abril.
“El Premio Booker International es un premio sumamente importante. De hecho hay muy pocos premios en el mundo anglosajón que celebren y premien las obras traducidas al inglés. De todos modos, ninguno es tan grande como éste, no solo en términos de visibilidad, sino también en cuanto al protagonismo que se le da al traductor y al impacto internacional que tiene la nominación, ya sea en la lista larga o corta, en relación a la venta de derechos de un libro”, cuenta Orloff, quien considera que el Booker, por lo tanto, es un hito fundamental que le da ímpetu a la importancia de la literatura internacional, dándole un foco renovado año tras año.
El reconocimiento del jurado del Booker Prize a la literatura argentina viene siendo sostenido en los últimos años. En 2021, Mariana Enriquez fue elegida por su libro de cuentos “Los peligros de fumar en la cama”. En 2020 otras dos autoras argentinas quedaron seleccionadas junto a 11 finalistas: Gabriela Cabezón Cámara por “The Adventures Of China Iron” (traducción literal del título con el que se conoció la obra en la Argentina, “Las aventuras de la China Iron”) y Samanta Schweblin por la novela “Little Eyes”, como se tradujo su novela “Kentukis”. También en 2018, Ariana Harwicz fue seleccionada por su ópera prima “Matate amor”.
La creadora de Charco Press -el sello independiente que creó en 2016 junto al neocelandés Sam McDowell, que se dedica a la publicación de autores contemporáneos latinoamericanos, nació con un catálogo de 5 autores argentinos en 2017 y lleva más de 30 títulos publicados- asume que el galardón funciona como una plataforma de lanzamiento: “Tanto para el autor como para el traductor y hasta para una editorial independiente, para posicionarse en el mapa literario mundial”, sostiene.
“Sin ir más lejos, a horas de la nominación a la lista larga del libro `Die, My Love de Ariana Harwicz, que solo se había publicado en castellano y en hebreo cuando Charco Press la tradujo al inglés, hubo ofertas para adquirir los derechos a más de 15 idiomas. Lo mismo sucedió con el libro de Cabezón Cámara”, recuerda Orloff sobre cómo el Booker impactó en la carrera de esas autoras.
La nominación de Piñeiro es la tercera en cinco años de una escritora argentina editada por Charco Press. “Creo que estamos captando lo que nos propusimos cuando lanzamos el sello: traer a los lectores anglosajones algo de la inmensa diversidad de voces que existen hoy dentro de la literatura latinoamericana, voces narrando historias con una originalidad y calidad sin precedentes”, celebra la editora, quien cree que algo está cambiando en el paisaje literario: “Estamos abriendo las posibilidades para cambiar los preconceptos fosilizados sobre la literatura de América Latina”.